Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC)
En el caso de países como México y los países emergentes, la reorientación de la educación superior debe partir de equilibradas visiones de gobierno, de una simbiótica relación entre el sector productivo, las características innatas de la comunidad y, por supuesto, de la opinión de las instituciones de educación superior.
Para cruzar los límites y dejar de ser economías emergentes, algunos investigadores opinan que debe resolverse estos problemas:
Crecimiento demográfico no planeado.
Desarrollos regionales desiguales.
Acceso inequitativo al conocimiento científico y cultural.
Marcados contrastes sociales.
Competencia entre instituciones públicas y privadas.
Descalificación entre organismos públicos y privados.
Falta de colaboración y conjunción de esfuerzos entre instituciones públicas y privadas.
Falta de una articulación entre la investigación y la docencia.
Currículum o contenidos educativos no actualizados.
Ausencia de práctica profesional de los estudiantes, lo que genera una deficiente formación de los egresados, situación que a su vez dificulta su incorporación al mercado de trabajo.
Falta de compatibilidad entre el perfil de los egresados de educación superior y las necesidades del sector social y productivo.
Insuficiencia de recursos.
Falta de coordinación entre las políticas de ciencia y tecnología, no obstante los diferentes avances que se deben reconocer.
A lo anterior se podría agregar la falta de aplicación de una acertada política de Estado en materia de educación superior.
Otros autores señalan diferentes dificultades de los países en desarrollo, que al no resolverse reproducen condiciones de miseria.
Destacan entre estos:
Dependencia económica. Limita el crecimiento y desarrollo económico de los países, al canalizar parte del PIB al pago de la deuda externa, lo que motiva la reducción del gasto público que se canaliza a la educación, ciencia y tecnología.
Son factores desfavorables, asimismo, la dependencia económica, inequidad y desigualdad económica, dependencia técnico-científica, inmovilismo empresarial y democracias limitadas.